Todo empezó por la curiosidad, ¿o tendría que llamarlo ociosidad?
Era una linda mañana, los pajarillos cantaban y me encontraba frente a mi computador; a punto de comenzar mi monótona rutina de trabajo. De repente me vino a la mente, como un relámpago el recuerdo de aquellas paletas de caramelo sabor piña con chile que había comprado la tarde anterior. He de confesar que no soy entusiasta de los caramelos y demás golosinas, pero de vez en cuando me doy el gusto de comerme algunos de ellos.
¿En qué estábamos? ¡Ah si! En las paletitas, me disponía a abrir una de ellas cuando me detuve a mirar la envoltura. Se podía apreciar a una súper piña voladora, con gafas, capa y un mohicano; dispuesta a ser devorada por cualquier chamaco deseoso de un poco de azúcar ¿desde cuándo tienen pelo las piñas?.
En letras pequeñas, como siempre, se encontraban los ingredientes de mi deliciosa súper piña. Y es que en realidad, los ingredientes de mi ingesta diaria (llámese alimentos chatarra y demás) era algo que me tenía sin cuidado, y que solamente leía cuando el ocio se apoderaba de mí y no había algo más cerca digno de ser leído.
Mi gran lectura empezó, un merequetengue de ingredientes desconocidos: azúcar, glucosa, ácido cítrico (…) saborizante y colorante artificiales (TARTRAZINA o amarillo 5, azul brillante, etc.). Lógico, ¿verdad? Tenía que contener un colorante artificial color amarillo ya que este era el color que predominaba en toda mi paleta, pero ¿Por qué la Tartrazina estaba escrita en mayúscula? ¿Por qué la advertencia de sus reacciones alérgicas? ¿Cómo sé si soy alérgica a algo que no conozco?
Pues ahí me tienen, que ante la gran duda y curiosidad de conocer a la gran señora Tartrazina, me lancé al ciberespacio en busca de algo sobre ella. En mi búsqueda logré obtener lo siguiente:
1) Puede escribirse tartracina o tartrazina, al final es lo mismo.
2) Es un colorante artificial ampliamente utilizado en la industria alimenticia. Pertenece a la familia de los colorantes azoicos (los que contienen el grupo azo −N=N−). Está también certificada como un colorante artificial usado en comidas, drogas y cosméticos
3) Al ser mezclada con otros colorantes como el Azul Brillante (E133) o el Verde S (E142) se obtienen diversas tonalidades verduscas.
4) Es incompatible con la lactosa y con el ácido ascórbico.
5) Posee los códigos E102 ( Unión Europea ) y Amarillo 5 o Yellow 5 ( FDA-USA ).
6) Las células que absorben tartracina no pueden desecharla, por eso la tartracina se va acumulando lentamente a nivel celular y puede llegar a producir cáncer.
7) La tartracina está relacionada con un gran porcentaje de los casos de síndrome de ADHD (hiperactividad) en los niños.
¿Qué les parece? Increíble ¿no es así? A partir de ese momento decidí evitar al máximo, todo aquello que contuviera el dichoso colorante Amarillo 5, le diría adiós a todas las paletitas de mango, elote y demás chucherías. Pero ¡Oh sorpresa! La que me llevé al día siguiente, justo tocaba ir al súper para llenar mis alacenas, cuando caminando por sus largos pasillos, me encontraba con que la mayoría de alimentos y bebidas eran color naranja o amarillo. Y la sorpresa final aún me aguardaba: darme cuenta que todos aquellos alimentos y/o bebidas contenían la famosa Tartrazina del mal. Dije adiós a las papas fritas sabor queso, frituras, polvos para hacer jugos, refrescos de gas, miles de caramelos, bebidas rehidratantes e incluso medicamentos y cosméticos.
Desde entonces he dejado todo eso, ya bajé 5 kilos, no me maquillo, no uso champú color amarillo y todas las noches sueño que un colorante azoico llamado amarillo 5, que me persigue en un mundo lleno de colores.
6 de febrero de 2008
palasatenea_14@hotmail.com
Fotografía cortesía del fotógrafo argentino Naro, Montañas de la Patagonia
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