Ravinder Passi, el exasesor jurídico general global de Nissan Motor Co., fue uno de los principales investigadores internos en el caso de Carlos Ghosn, el exdirector de la compañía que fue acusado de mala conducta financiera. Según Passi, su investigación fue cuestionada y repudiada, y él enfrentó represalias y descenso de cargo por cuestionar los criterios de la compañía.
Passi, que solía tener un rango alto en la empresa y que trabajó en ella por más de una década, ahora habla por primera vez sobre su experiencia detrás del telón y sobre las repercusiones que enfrentó por ir en contra de la cultura de la empresa.
Él explica que, debido a la cultura interna de la empresa plagada de miedo, intriga y represalias, los empleados se sienten impotentes y temen criticar a la dirección. Según Passi, el poder y la influencia de Ghosn dentro de la empresa contribuyeron a crear una cultura empresarial disfuncional e insalubre que priorizaba la obediencia ciega y la lealtad, en lugar de la transparencia y la justicia.
Él también habla sobre la tensión dentro de la compañía en los días previos a la detención de Ghosn y cómo la paranoia y la cultural entorno a la empresa fueron ejemplos de un liderazgo deficiente.
Además, comunica que, pese a que el arresto de Ghosn fue una señal de cambio dentro de la empresa, cree que la verdadera reforma en Nissan solo será posible si se aborda el cambio cultural y mejora la transparencia y la rendición de cuentas en la toma de decisiones de la empresa.
En conclusión, la historia de Ravinder Passi ilustra cómo la cultura empresarial tóxica puede crear un entorno en el que la obediencia ciega prevalece y que aquellos que se atreven a cuestionarla se enfrentan a represalias.
La historia también destaca la importancia de una cultura de transparencia y rendición de cuentas en la toma de decisiones empresariales, y muestra cómo el cambio cultural puede ser integral para la verdadera reforma en una empresa.
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