Fue la primera empresa la que la cagó



 Javier Chávez Ataxca

Desde noviembre pasado, una empresa chetumaleña contratada por el Ayuntamiento capitalino inició un trabajo de repavimentación en ambos tramos de la transitada avenida 4 de Marzo, a partir de la Erick Paolo Martínez y avanzando hacia la Insurgentes, pero el trabajo además de tardadísimo fue hecho con las patas.

Un trabajador de una nueva empresa relevista me lo dijo así, con franqueza: “Fue la primera empresa la que la cagó”.

Hace un momento hice el recorrido a lo largo de la avenida para evaluar las fallas, explicadas por vecinos y por los trabajadores que llegaron a reparar los desperfectos inaceptables, porque la 𝐨𝐛𝐫𝐚 𝐞𝐫𝐚 𝐮𝐧 𝐫𝐞𝐞𝐧𝐜𝐚𝐫𝐩𝐞𝐭𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐦𝐮𝐲 𝐛𝐢𝐞𝐧 𝐩𝐚𝐠𝐚𝐝𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐟𝐮𝐞 𝐦𝐚𝐥 𝐚𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐝𝐨.

...más de 10 millones de pesos

Incluso 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐬𝐨𝐬 𝐩𝐞𝐚𝐭𝐨𝐧𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐬𝐞 𝐡𝐮𝐧𝐝í𝐚𝐧 𝐚𝐥 𝐩𝐚𝐬𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐬 “𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐦𝐚𝐭𝐞𝐫𝐢𝐚𝐥 𝐬𝐞 𝐬𝐨𝐩𝐥ó”, explica el dueño de un modesto negocio que ya está harto de la situación, porque la obra ha sido una calamidad que ha desplomado sus ventas. 

El director de Obras Públicas del Ayuntamiento capitalino morenista —a quien no tengo el disgusto de conocer— debe presentar su renuncia, si acaso tiene una pizca de dignidad. Ignoro si es hombre o mujer. 

Para seguir impidiendo el paso, una taza de baño fue colocada por la empresa chetumaleña como marca de la casa, porque como me dijo el joven trabajador: “Fue la primera empresa la que la cagó”.


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