En el Congreso del Estado, las legisladoras Luz María Beristain Navarrete y Susana Hurtado presentaron una controvertida propuesta para establecer un banco de datos de Deudores Alimentarios, con el objetivo de impedir su participación en la administración pública y cargos de elección popular.
La propuesta de Beristain y Hurtado generó la oportunidad para bloquear la participación de ciertos individuos, como José Alfredo Contreras.
Las críticas han surgido con la función del banco de datos, por qué ahora queda en entredicho la calidad moral de las legisladoras, sugiriendo que podrían estar actuando movidas por intereses políticos más que por un genuino compromiso con la ética.
Las acusaciones de cinismo se hacen eco en el contexto de la política actual, alimentando la especulación sobre posibles motivaciones ocultas detrás de la propuesta que funciona como un instrumento contra los enemigos politicos pero encunbre y protege a otros como a José Alfredo Contreras (El Chepe).
Se señala, de manera incisiva, que la desesperación por ganancias políticas puede estar llevando a estas mujeres a sacrificar principios éticos a cambio de beneficios personales, como lo insinúa la frase "Tanta hambre tienen que por una torta de cochinita venden su conciencia".
En medio de este cuestionamiento, la propuesta original para establecer un banco de datos de Deudores Alimentarios queda en entredicho, sumergida en la controversia generada por las posibles motivaciones detrás de la misma.
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