Diez años para aspirar a cargos públicos


 

Qué es el arraigo

Si bien en principio el arraigo es una respuesta natural por parte de un ser vivo a un determinado territorio que le provoca bienestar y seguridad, muchas veces se da por imposición de terceros y es entonces cuando se convierte en algo negativo, en una suerte de prisión que nos impide salir adelante. 

Las raíces deberían aferrarnos a un suelo sano y nutritivo, que nos provea de todo lo que necesitamos para crecer y volvernos fuertes; si, en cambio, nos mantiene pegados a una superficie yerma y tóxica, nuestro desarrollo se ve gravemente afectado. 

 En el lenguaje coloquial, el arraigo se suele asociar a consolidarse o a establecer una base en algún lugar. Arraigo es el acto y la consecuencia de arraigar: afincarse de modo permanente, afianzarse, ganar firmeza o echar raíces. La idea de arraigo puede emplearse en distintos contextos.

Ciudadanos quintanarroenses organizados en varios grupos han presentado ante el Poder Legislativo la propuesta para aquellos que pretenden ocupar un cargo de elección popular o como funcionario público que tengan diez años de residencia en el Estado.

Con esto pretenden evitar que el erario se convierta en un botín para los foráneos y una vez concluido su encargo regresen a su lugar de origen con los bolsillos llenos.

Bajo esta perspectiva consideran también que "el arraigado" conozca el Estado, cuando la realidad deja en evidencia que eso no garantiza la conducta de ningún ser humano.

Los ejemplos abundan y la lista de quintanarroenses que se han enriquecido con las arcas públicas es larga.

Por lo general, quienes tienen aspiraciones de ocupar cargos públicos es por obtener mayores ingresos o tener la oportunidad de enriquecerse en las tomas de decisiones apegados a la frase "no me des, ponme donde hay".

Actualmente es más importante realizar de inicio una prueba antidoping y un test de personalidad y de acuerdo con las pretensiones del arraigo realizar una prueba de conocimiento.

Entre los ponentes podemos escuchar que en realidad no tienen un conocimiento exacto y preciso de la historia de ésta región.

Yucatán y Campeche nos quitaron nuestro territorio, cuando en realidad fue Benito Juárez quien desmembró la península de Yucatán para sofocar el movimiento social maya.

Mientras Yucatán, Quintana Roo y Campeche se aferran a las colindancias de sus territorios el gobierno federal ha saqueado y continua saqueando las riquezas de la península de Yucatán.

¿Alguno de los ponentes tiene idea del monto recaudado por comcepto de divisas y cuánto retorna a las arcas del Estado?

No se trata de pelear por un pedazo de pastel sino de hacer el pastel más grande.


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