Según la investigadora Georgina Montemayor Flores de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en términos neurológicos el amor es un estado físico-químico de demencia temporal.
El enamoramiento "suele durar un máximo de cuatro años o hasta que aparece otro ser que despierta esa pasión romántica y sólo pervive el apego o la compañía hacia una persona", destacó.
Explicó que en este proceso se activan sustancias químicas en el cerebro que ocupan todas las neuronas y no se puede sino pensar en el ser amado. Por ello, también se le compara con un estado obsesivo compulsivo.
Sin embargo, para hablar del tema es necesario diferenciar el sentimiento de apego del deseo sexual, y aunque se llega a sentir por muchos individuos, sólo se puede estar enamorado de una persona a la vez.
Mencionó que en sus etapas iniciales la obsesión llega a ser tal que las personas dejan de ser productivas, de hecho las grandes obras de arte nunca se crearon cuando los autores estaban apasionados, sino después, en el proceso del desamor.
Explicó que hasta la gente más brillante pierde la compostura cuando está enamorada, porque se activan las zonas que controlan emociones, como el tálamo, la amígdala, el hipotálamo, el hipocampo, el giro singulado y las partes del sistema límbico.
Aunque estamos diseñados para enfrentar este proceso, se entra y sale de ese estado porque el cerebro no podría resistir tanto desgaste si se mantuviera así todo el tiempo.
Lo asombroso es que el encéfalo se acostumbra a las sustancias liberadas, por lo que en su caso está a la espera de que otra persona inicie este proceso.
Aunque ello no tiene sustento moral, sucede en todos los humanos. Al inicio del proceso, al momento de la atracción, actúa la primera capa de la corteza cerebral prefrontal donde se toman las decisiones y se resuelve si se toma el riesgo o no.
Si es contrario, la persona deberá utilizar todos los mecanismos necesarios para evadir ese atractivo, pero si decide comenzar el intercambio químico se segregarán las sustancias que provocan una adicción similar a la de las drogas.
México, DF
13 de febrero de 2008
Notimex
Fotografía del Lago Huechulafquen,Nunquen, Argentina. Cortesía del fotógrafo: Federico Quintana.
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