Quintana Roo está atrasado carece de autonomía universitaria


Joana Maldonado
SIPSE
Chetumal, Quintana Roo

En 1992, durante la creación de la Universidad de Quintana Roo (Uqroo), la Ley Orgánica hacía referencia a la autonomía, sin embargo, en 1994, fue reformado para dotar de poder al gobernante en turno sobre el cargo de rector. Desde entonces, la máxima casa de estudios del estado no ha podido recuperla. Recientemente el maestro, Martín Ramos Díaz, reactivó el Comité Pro-Autonomía que busca, entre otras cosas, reestablecer el decreto original o bien que se dote de autonomía expresa.

El decreto publicado en el Periódico Oficial del estado en marzo de 1992, establecía implícitamente dentro de la ley orgánica de la Universidad Quintana Roo su carácter autónomo. El artículo 3, capítulo VI, señala que la Uqroo tendrá un régimen de autogobierno con libertad abierta a plena circulación de ideas y de manera apartidista.

En 1994, ese carácter cambió, así como el artículo 9, referente a la elección de la Junta Directiva que originalmente señalaba que de los nueve integrantes, el estado sólo elegiría a cuatro, mientras que cinco serían integrantes de la propia Uqroo. Todo a conformidad de que el gobernador en turno, Mario Villanueva Madrid, pudiera colocar al priísta Efraín Villanueva Arcos.

Según explica Martín Ramos, con esa reforma se derogó también la obligación de la Junta Directiva de formar una Comisión Especial, tripartita y proporcional para formular la terna de la que se designa al rector, además del requisito de éste de poseer credenciales académicas equivalentes o superiores a las de maestría.

En el transcurso de la semana pasada, el maestro con 20 años de trayectoria académica, Martín Ramos Díaz, inició la conformación del Comité Pro-Autonomía de la Uqroo.

El académico, esencialmente exhibe el razonamiento de su propuesta en una ponencia que fue presentada en el Foro de Consulta de la comunidad académica y científica al que convocó la XIII Legislatura del Estado. 

Ésta, se basa en 9 puntos principales que sustentan el pedimento de restituir los artículos del decreto que refieren a su autonomía o bien la misma de manera explícita.

"Pocas universidades públicas modernas en el país dependen directamente de los ejecutivos estatales. Las modernas autonomías universitarias no son sinónimo de anarquía.

En México, el principio de autonomía universitaria tiene rango constitucional. La autonomía universitaria en México tiene una larga tradición que ha permitido especificar conceptos y crear la jurisprudencia necesaria para fijar límites y alcances", cita entre las razones.

La responsabilidad de esta propuesta, solo recae en manos del Poder Legislativo dado que existe jurisprudencia al respecto en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Añadió que dicha reforma realizada en 1994, también derogó los artículos que refieren a la Red de Universidades Independientes que convirtió en unidades académicas e impidió la posibilidad de que el área académica quedara bajo la coordinación de una Secretaría Académica.

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